Hoy nos desplazaremos hasta Panticosa, dejando el coche en el aparcamiento reservado a caravanas que hay junto a la estación de esquí. Sorteamos a los esquiadores que hacen cola para subirse a los remontes para ir al encuentro del arranque del sendero de pequeño recorrido PR-HU 95, que seguiremos durante el primer tramo de nuestra excursión.
Cruzamos el puente de la Zoche, que permite salvar las aguas del río Bolática, y continuamos ganando altura. Al cabo de un rato, abandonamos el trazado del PR-HU 95, que se dirige hacia La Ripera y el Rincón del Verde. A partir de aquí, vamos ganando altura por sucesivas terrazas. El terreno es incómodo (más lo será a la bajada), al alternarse las zonas cubiertas de nieve (algo dura) con otras que están limpias.
Al elevarnos hasta lo alto de una cornisa, decidimos calzarnos ya los crampones, pues de aquí hacia arriba ya todo es nieve. Aun así, todavía habremos de superar algo más de 400 metros de desnivel por una pala inclinada que no da apenas respiro. Los últimos pasos se hacen fatigosos, pero al llegar finalmente a la cumbre de la Montaña del Verde (2.295 m), las vistas harán que el esfuerzo realizado merezca la pena. A nuestros pies quedan, a un lado, el paraje del Rincón del Verde, y al otro, el ibón de Sabocos, cubierto por la nieve. Por encima de ellos, se extiende el cordal de la Sierra de Tendeñera. A nuestras espaldas, otras muchas cumbres: Peña Telera, Vértice de Anayet, pico de Anayet, el siempre presente Midi d'Ossau, el Balaitús, etc.
Descenderemos por el camino de subida, sentándonos a comer algo en el mismo punto en que nos habíamos calzado los crampones. Una ruta de ida y vuelta en la que completamos unos 12 kilómetros, con 1.150 metros de desnivel. Al final, estábamos algo mataos. Pararíamos en Biescas a hacer la compra y tomarnos algo en la plaza del Ayuntamiento.
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