Era un día frío, con viento desapacible, lo que no fue obstáculo para que algunos se juntaran a estirar un poco las piernas en las Dehesas de Cercedilla. Dieron una vuelta de unos 10 kilómetros y 600 metros de desnivel, pasando por el puerto de la Fuenfría. Y para quitarse de encima los escalofríos, nada mejor que sentarse a la mesa y comer caliente.
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