jueves, 31 de agosto de 2017

Una circular a La Galana (19 y 20 de agosto de 2017)

Es La Galana (2.568 m.) la segunda cumbre de Gredos y del Sistema Central, siendo por ello menos visitada que su vecino el Almanzor (2.592 m.).
Nuestros compañeros van a iniciar esta ascensión desde la Plataforma (1.780 m.), en la que ahora hay un control de acceso que obliga a pagar 2,5 euros por vehículo.

Toman el clásico camino que lleva a la Laguna Grande y pasa por los Barrerones. Un poco antes de llegar a la Laguna Grande, han de desviarse a mano derecha por la senda que va a Cinco Lagunas. Este sendero asciende primero un contrafuerte, desciende luego en dirección al Gargantón y de nuevo remonta por cómodas zetas hasta la Portilla del Rey (2.378 m.).



Cuchillar de las Navajas y Almanzor


En la Portilla del Rey hay que abandonar la senda que baja hacia Cinco Lagunas y continuar en horizontal hacia la izquierda, casi sin perder altura (hitos), hasta situarse sobre la laguna del Gutre (cuyo nombre se antoja una deformación de Buitre), a la que se desciende sin dificultades.



Laguna del Gutre


Desde la laguna del Gutre ya se divisa La Galana y el tremendo caos de rocas que a partir de aquí habrá que superar. A mitad de subida, situados al pie de la canal que conduce hasta la brecha de La Galana, nuestros compañeros optan por dirigirse hacia el Venteadero (2.476 m.), un paraje que ofrece magníficas vistas, así llamado por soplar en él un viento fuerte y constante.



Cinco Lagunas y justo encima la laguna del Gutre



Llegando al Venteadero


En el Venteadero dejan sus mochilas para emprender la subida final, que exige hacer alguna trepada de grado II. Son las seis de la tarde cuando finalmente hacen cumbre en La Galana (2.568 m.).



Almanzor y Cuchillar de Ballesteros desde la cumbre de La Galana





De nuevo en el Venteadero, acometen el descenso al refugio Elola, donde harán noche, pasando por el llano del Ameal, con espectaculares vistas del Ameal de Pablo (2.489 m.), y la larga, empinada y tortuosa Canal de los Geógrafos.



Ameal de Pablo



Canal de los Geógrafos


Sobre las siete y media de la tarde llegan al Elola, una media hora antes de que sirvan la cena, consistente en lentejas (que o las toman o las dejan). Al día siguiente, solo les resta retornar a la Plataforma, aunque antes de volverse a casa se darán un baño y comerán en la piscina seminatural que hay en Hoyos del Espino.

miércoles, 30 de agosto de 2017

En Villaverde, una aldea lebaniega (12 a 15 de agosto de 2017)

Es La Liébana una comarca situada en el extremo occidental de Cantabria y cerrada por montañas como los Picos de Europa, la Sierra de Peña Sagra, el macizo de Coriscao-Gildar o el macizo de Fuentes Carrionas. De entre los valles que la componen sin duda el más conocido es el de Valdebaro, que se abre al oeste de Potes y permite acceder a los Picos de Europa a través del teleférico de Fuente Dé

Nosotros, sin embargo, nos hemos alojado en un albergue que hay en la aldea de Villaverde, perteneciente al municipio de La Vega de Liébana y situada geográficamente en el valle de Cereceda, que es la puerta de entrada a Cantabria al descender por el puerto de San Glorio.

En cuanto al albergue, lo recomendamos por varias razones (tranquilidad, amplitud de la habitación, que contaba con baño propio, trato recibido, precios ajustados, etc.). Preparan cenas avisándoles la víspera, lo cual se agradece al estar los bares más cercanos en La Vega de Liébana, a una distancia de 6 o 7 kilómetros. Un aspecto curioso del albergue es que es frecuentado por moteros, debido probablemente a su proximidad al puerto de San Glorio. Esta convivencia o coexistencia entre senderistas y moteros no es algo que estemos muy acostumbrados a ver.


Vistas desde nuestra habitación


A la entrada del albergue


Peña Bistruey vista desde La Vega de Liébana


Hemos hecho un poco de todo. Ha habido ruta montañera, cómo no, pero también playa, que para eso estamos en agosto, e incluso la visita turística a alguna iglesia románica. Había que explotar los variados recursos que teníamos a mano.


Iglesia románica de Santa María de Piasca


Puerto de San Glorio


Playa de Amio


Playa de Amio


Playa de Amio




Esta montaña es, por su situación, uno de los mejores miradores que hay de los Picos de Europa, abarcando la vista sus tres macizos. También ofrece estupendas vistas del macizo de Fuentes Carrionas, especialmente de los picos Peña Prieta o Espigüete.
Gina y Maite ascendieron a ella desde el puerto de San Glorio (1.617), superando un desnivel acumulado de unos 650 metros y cubriendo una distancia total de 12-13 kilómetros (ida y vuelta por el mismo camino).








Los cabras hemos querido subir a esta montaña que en lengua asturleonesa significa peña negra o peña parda y que es la más elevada de toda la Cordillera Cantábrica, a excepción de los Picos de Europa, que en rigor quedan un poco al norte del eje central de la misma.
Nuestro punto de inicio ha sido también el puerto de San Glorio y hemos completado una ruta circular, bastante exigente, de casi 20 kms. de longitud y unos 1.200 metros de desnivel. A la vuelta no hemos podido evitar subir también el pico Tres Provincias (2.499 m.), que teníamos muy a mano y que es frontera entre Cantabria, León y Palencia.


Laguna de Hoyo Empedrado


En la cumbre de Peña Prieta


Bajando hacia el pico Tres Provincias


Peña Prieta




A la vuelta, paramos cerca de Riaño para hacer este corto recorrido circular, que no llega a los 7 kilómetros.
Comenzamos en Carande, pasamos por Horcadas y ascendimos hasta el collado del Baile (1.275 m.), que da nombre al sendero, bajando a continuación al punto de partida por un tupido robledal.
A mitad de recorrido paramos a comer junto a unas rocas que nos ofrecieron unas preciosas vistas del pico Gilbo y del embalse de Riaño.



martes, 29 de agosto de 2017

De Carande a Horcadas y el collado del Baile (15 de agosto de 2017)

Hoy vamos a hacernos un sendero de pequeño recorrido que hay en la comarca de Riaño, concretamente el PR-LE 52 (Collado El Baile), que pasa por las localidades de Carande y Horcadas (recuerden aquel Puente de la Constitución de 2010 que pasamos aquí, en el que Pepiño Blanco declaró el estado de alarma, a raíz de la huelga de los controladores aéreos). Vamos a comenzarlo en la primera de ellas.

A las afueras de Carande, junto al cementerio, encontramos un panel informativo de esta ruta, que optamos por hacer en el sentido de las agujas del reloj, tomando una pista de tierra que discurre más o menos en paralelo a la carretera N-621. En este tramo disfrutamos de interesantes vistas del pico Gilbo (1.677 m.) y de las Peñas Pintas (1.985 m.).






Pico Gilbo


Peñas Pintas


Llegamos a la localidad de Horcadas tras atravesar un túnel bajo la carretera N-621, atravesamos el pueblo y nos acercamos hasta su iglesia, que está en la parte alta. Por detrás de la misma arranca el camino que hemos de seguir y que rodea por detrás el cerro de El Raso.






Encontramos una primera fuente, con abrevadero, en unos prados que se extiende entre el Cueto Casnello y el pico Gilbo.








Casi un kilómetro después pasamos junto a una segunda fuente, que se encuentra a la sombra de unos robles.
Un poco después alcanzamos un cruce, en el que deberíamos de tomar hacia la derecha para comenzar la bajada hacia Carande. No obstante, decidimos continuar unos metros de frente, en ascenso, para cruzar una portilla metálica y tener de golpe unas bonitas vistas del pantano de Riaño. Es hora de comer y nos sentamos entre unas rocas, disfrutando de las vistas del pico Gilbo, que tenemos casi al alcance de la mano, y del embalse de Riaño. Algunas nubes altas nos ocultan por momentos el sol.


Pico Gilbo


Pantano de Riaño






Damos por concluida la comida y retornamos al cruce anterior para iniciar la vuelta hacia Carande. En apenas medio kilómetro llegamos al collado del Baile (1.275 m.), que da nombre a este sendero, y a partir de ahí entramos en un frondoso robledal, donde nos espera una tercera fuente.






Una bonita bajada por bosque nos sitúa en el punto de inicio. Han sido 6,6 kms., o al menos eso pone en el folleto. Son las fiestas patronales de Carande. Nos acercamos hasta la plaza de la iglesia, donde se desarrolla un campeonato de bolos leoneses, con participación de los vecinos. Han instalado un chiringuito en el que podemos tomarnos un botellín de cerveza. Mis compañeros inician a continuación el retorno a Madrid, dejándome de camino en Cistierna. Mi intención es dirigirme desde aquí a León para comenzar el Camino de San Salvador, que va hasta Oviedo, pero eso es otra historia que ya les narraremos en otro lugar.





De Rascafría a Cabeza Mediana (13 de agosto de 2017)

Nuestros compañeros han proyectado subir andando desde Rascafría, concretamente desde el área recreativa y merendero de La Isla, hasta Cabeza Mediana (1.684 m.). Poderosas razones personales les llevan hasta el punto de observación que hay en el cerro de Cabeza Mediana, un lugar estratégico desde el que otear el valle del Lozoya y las montañas circundantes.


Anochece la víspera en el valle del Lozoya


El punto de observación





El entorno montañoso


Algunas modestas pertenencias


Un apunte de un saltamontes


Un apunte de un escarabajo


El anfitrión y sus huéspedes


A la bartola


Un gamballo


Tras la obligada visita, nuestros compañeros no se conformarán y completarán una ruta circular, pasando por el Cerrito Sarnoso (1.694 m.), que con gusto no pica, el Cerro de las Alegas (1.693 m.) y la Sillada de Garcisancho (1.675 m.), descendiendo luego hasta el punto de inicio por el Monumento al Guarda Forestal.

Les dejamos a continuación algunas fotos tomadas en este entorno un par de semanas después, coincidiendo con la llegada anticipada de la otoñada: