miércoles, 30 de agosto de 2017

En Villaverde, una aldea lebaniega (12 a 15 de agosto de 2017)

Es La Liébana una comarca situada en el extremo occidental de Cantabria y cerrada por montañas como los Picos de Europa, la Sierra de Peña Sagra, el macizo de Coriscao-Gildar o el macizo de Fuentes Carrionas. De entre los valles que la componen sin duda el más conocido es el de Valdebaro, que se abre al oeste de Potes y permite acceder a los Picos de Europa a través del teleférico de Fuente Dé

Nosotros, sin embargo, nos hemos alojado en un albergue que hay en la aldea de Villaverde, perteneciente al municipio de La Vega de Liébana y situada geográficamente en el valle de Cereceda, que es la puerta de entrada a Cantabria al descender por el puerto de San Glorio.

En cuanto al albergue, lo recomendamos por varias razones (tranquilidad, amplitud de la habitación, que contaba con baño propio, trato recibido, precios ajustados, etc.). Preparan cenas avisándoles la víspera, lo cual se agradece al estar los bares más cercanos en La Vega de Liébana, a una distancia de 6 o 7 kilómetros. Un aspecto curioso del albergue es que es frecuentado por moteros, debido probablemente a su proximidad al puerto de San Glorio. Esta convivencia o coexistencia entre senderistas y moteros no es algo que estemos muy acostumbrados a ver.


Vistas desde nuestra habitación


A la entrada del albergue


Peña Bistruey vista desde La Vega de Liébana


Hemos hecho un poco de todo. Ha habido ruta montañera, cómo no, pero también playa, que para eso estamos en agosto, e incluso la visita turística a alguna iglesia románica. Había que explotar los variados recursos que teníamos a mano.


Iglesia románica de Santa María de Piasca


Puerto de San Glorio


Playa de Amio


Playa de Amio


Playa de Amio




Esta montaña es, por su situación, uno de los mejores miradores que hay de los Picos de Europa, abarcando la vista sus tres macizos. También ofrece estupendas vistas del macizo de Fuentes Carrionas, especialmente de los picos Peña Prieta o Espigüete.
Gina y Maite ascendieron a ella desde el puerto de San Glorio (1.617), superando un desnivel acumulado de unos 650 metros y cubriendo una distancia total de 12-13 kilómetros (ida y vuelta por el mismo camino).








Los cabras hemos querido subir a esta montaña que en lengua asturleonesa significa peña negra o peña parda y que es la más elevada de toda la Cordillera Cantábrica, a excepción de los Picos de Europa, que en rigor quedan un poco al norte del eje central de la misma.
Nuestro punto de inicio ha sido también el puerto de San Glorio y hemos completado una ruta circular, bastante exigente, de casi 20 kms. de longitud y unos 1.200 metros de desnivel. A la vuelta no hemos podido evitar subir también el pico Tres Provincias (2.499 m.), que teníamos muy a mano y que es frontera entre Cantabria, León y Palencia.


Laguna de Hoyo Empedrado


En la cumbre de Peña Prieta


Bajando hacia el pico Tres Provincias


Peña Prieta




A la vuelta, paramos cerca de Riaño para hacer este corto recorrido circular, que no llega a los 7 kilómetros.
Comenzamos en Carande, pasamos por Horcadas y ascendimos hasta el collado del Baile (1.275 m.), que da nombre al sendero, bajando a continuación al punto de partida por un tupido robledal.
A mitad de recorrido paramos a comer junto a unas rocas que nos ofrecieron unas preciosas vistas del pico Gilbo y del embalse de Riaño.



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