Un habitual del senderismo no resiste mucho tiempo en el dique seco. Es el caso del senderista que nos ocupa, que en el día de hoy ha hecho una ruta circular por los Montes de Löwenstein (o Löwensteiner Berge), unas montañas cubiertas de bosques que pertenecen al Naturpark Schwäbisch-Fränkischer Wald. Ha sido una caminata de unos 18 kms., entre una cota mínima de 350 m. y una máxima de 600 m.
Para ello el senderista ha echado a andar en Löwenstein, a donde ha llegado tomando en Heilbronn el S-Bahn S4 en dirección a Öhringen para bajarse en Willsbach Hbf y montar allí en el Regiobus nº 636 que va hasta Wüstenrot, pasando por Hösslinsülz, Reisach y Löwenstein.
Para ello el senderista ha echado a andar en Löwenstein, a donde ha llegado tomando en Heilbronn el S-Bahn S4 en dirección a Öhringen para bajarse en Willsbach Hbf y montar allí en el Regiobus nº 636 que va hasta Wüstenrot, pasando por Hösslinsülz, Reisach y Löwenstein.
Löwenstein (3.000 habitantes) surgió a partir del burgo del mismo nombre que fue construido en el siglo XI. La localidad se asienta sobre un balcón que ofrece espléndidas vistas del valle de Weinsberg (o Weinsberger Tal) y el lago de Breitenauer (o Breitenauer See), que está acondicionado para el baño y en los días calurosos de verano se llena de gente dispuesta a darse un chapuzón. Cuenta con un museo dedicado a la persona de Manfred Kyber (1880-1933), poeta, escritor, cuentacuentos y protector de los animales. Otro personaje ligado a Löwenstein es el ingeniero Wilhelm Maybach (1846-1929), uno de los pioneros en la construcción de motores, que montó aquí su primer taller.
Löwensteiner Rathaus
Nuestro senderista toma el camino que se dirige hasta el antiguo burgo de Löwenstein, que en su momento estuvo en ruinas pero cuya torre ha sido reconstruida en tiempos modernos. Puede subirse a ella, pero solo en fines de semana y festivos.
Un poco más allá se llega a la Aussichtsplatte, una explanada y mirador junto a la carretera, en la que hay un quiosco de bebidas y varias mesas con bancos. Es punto habitual de reunión de los motoristas y se pone de bote en bote en fines de semana. Pese a que hoy es lunes, hay unas cuantas motos aparcadas.
Se cruza la carretera y se camina pegado a ella hasta llegar a Hirrweiler, que pertenece a Löwenstein. Aquí se toma el Quellenweg, un camino que penetra de golpe en el bosque y desciende hasta cruzar el río Lauter, torciendo inmediatamente después a la izquierda para seguir durante un rato por el Lustheimerwaldweg y empalmar luego con el Armenfeldweg.
Tras tomar alguna decisión un tanto improvisada y tirar de intuición, el senderista pasa junto a un centro de recuperación de aves rapaces (Greifvogelanlage am Spatzenwald) que hay a las afueras de Wüstenrot.
La torre del burgo
Un poco más allá se llega a la Aussichtsplatte, una explanada y mirador junto a la carretera, en la que hay un quiosco de bebidas y varias mesas con bancos. Es punto habitual de reunión de los motoristas y se pone de bote en bote en fines de semana. Pese a que hoy es lunes, hay unas cuantas motos aparcadas.
La carretera queda por debajo
Colmenas
Aussichtsplatte
Pumpstation
Río Lauter
Tras tomar alguna decisión un tanto improvisada y tirar de intuición, el senderista pasa junto a un centro de recuperación de aves rapaces (Greifvogelanlage am Spatzenwald) que hay a las afueras de Wüstenrot.
¿Qué demonios es esto?
En Wüstenrot el senderista se sienta un rato en un banco a la sombra, da un trago de agua a la cantimplora y estudia, mapa en mano, lo que le queda por delante.
Wüstenrot
En seguida se interna de nuevo en el bosque y pronto llega a Wellingtonienplatz, un área recreativa con mesas, bancos y parrillas. Destacan junto a ella dos enormes secuoyas californianas que plantaron aquí hace unos 200 años y que llaman Mammutbäume.
Wellingtonienplatz
Camina un rato el senderista por el bosque mientras se escuchan algunos truenos, cada vez más próximos. Una ardilla cruza el camino de un lado a otro. Más adelante, otra muy roja trepa por el tronco de un pino.
El senderista deja a un lado Stangenbach, que pertenece a Wüstenrot, y toma un camino asfaltado en subida. La tormenta se siente más cercana. El camino se transforma en sendero. Caen las primeras gotas y se levanta un fuerte viento. El senderista se inquieta y echa a correr, aprovechando que es una cuesta abajo. Todo quedará en falsa alarma, pues la tormenta no llegará a desatarse por aquí, al contrario de lo que pasará en Heilbronn.
Se empalma con el itinerario seguido a la ida a la altura de la Pumpstation que hay junto al arroyo de Lauter. De ahí a Hirrweiler son apenas diez minutos y el resto es ya conocido.
Pumpstation
Breitenauer See
Löwenstein
La torre del burgo
El Expreso del Senderismo
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