Hoy vamos a hacernos un sendero de pequeño recorrido que hay en la comarca de Riaño, concretamente el PR-LE 52 (Collado El Baile), que pasa por las localidades de Carande y Horcadas (recuerden aquel Puente de la Constitución de 2010 que pasamos aquí, en el que Pepiño Blanco declaró el estado de alarma, a raíz de la huelga de los controladores aéreos). Vamos a comenzarlo en la primera de ellas.
A las afueras de Carande, junto al cementerio, encontramos un panel informativo de esta ruta, que optamos por hacer en el sentido de las agujas del reloj, tomando una pista de tierra que discurre más o menos en paralelo a la carretera N-621. En este tramo disfrutamos de interesantes vistas del pico Gilbo (1.677 m.) y de las Peñas Pintas (1.985 m.).
Pico Gilbo
Peñas Pintas
Llegamos a la localidad de Horcadas tras atravesar un túnel bajo la carretera N-621, atravesamos el pueblo y nos acercamos hasta su iglesia, que está en la parte alta. Por detrás de la misma arranca el camino que hemos de seguir y que rodea por detrás el cerro de El Raso.
Encontramos una primera fuente, con abrevadero, en unos prados que se extiende entre el Cueto Casnello y el pico Gilbo.
Casi un kilómetro después pasamos junto a una segunda fuente, que se encuentra a la sombra de unos robles.
Un poco después alcanzamos un cruce, en el que deberíamos de tomar hacia la derecha para comenzar la bajada hacia Carande. No obstante, decidimos continuar unos metros de frente, en ascenso, para cruzar una portilla metálica y tener de golpe unas bonitas vistas del pantano de Riaño. Es hora de comer y nos sentamos entre unas rocas, disfrutando de las vistas del pico Gilbo, que tenemos casi al alcance de la mano, y del embalse de Riaño. Algunas nubes altas nos ocultan por momentos el sol.
Pico Gilbo
Pantano de Riaño
Damos por concluida la comida y retornamos al cruce anterior para iniciar la vuelta hacia Carande. En apenas medio kilómetro llegamos al collado del Baile (1.275 m.), que da nombre a este sendero, y a partir de ahí entramos en un frondoso robledal, donde nos espera una tercera fuente.
Una bonita bajada por bosque nos sitúa en el punto de inicio. Han sido 6,6 kms., o al menos eso pone en el folleto. Son las fiestas patronales de Carande. Nos acercamos hasta la plaza de la iglesia, donde se desarrolla un campeonato de bolos leoneses, con participación de los vecinos. Han instalado un chiringuito en el que podemos tomarnos un botellín de cerveza. Mis compañeros inician a continuación el retorno a Madrid, dejándome de camino en Cistierna. Mi intención es dirigirme desde aquí a León para comenzar el Camino de San Salvador, que va hasta Oviedo, pero eso es otra historia que ya les narraremos en otro lugar.
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